Con los menudos del pollo voy a hacer una sopa. Esto me hace pensar que los menudos tal vez no sean tales y bien podrían merecer otro nombre, menos menudo.
Esto de los menudos y la sopa, se lo oí a mi abuela. Ahora los pollos suelen venir sin menudos. Se ve que a los menudos la gente no los quiere. Por eso, este pollo, tan menudamente completo, me sorprendió. Los menudos venían en una bolsita. ¿Listos para el descarte? Yo los vi, sonreí y enseguida los quise.
Así en la cocina, como en la vida, los menudos pueden ser grandudos y viceversa.
Menudos….grandudos…. suena bien.
Te felicito por tu arte culinario, si me encuentro frente a unos menudos, no sé qué hacer.
Mis cariños
¡Gracias, Raquel! Digamos que es un arte prestado, jaja. ¡Un beso!