Recostada sobre una nube de plumas, sueño. No sé con qué sueño. Sueño con lo que vendrá. Aunque lo desconozco. Hago el ejercicio de abandonarme en manos más grandes. Así, ilusionada, esbozo una sonrisa. Un esbozo ya es algo.
Pienso en la duración de un mes. Es poco, aunque ahora sea mucho. Aunque haya sido mucho. Un mes ya quedó atrás. Tal vez, el mes hostil de la añoranza. Del desembarco en esta tierra que creía conocer. Lo saludo sin nostalgia.
Mientras, de lado, observo el baile hawaiiano de una palmera. Aloha, Montevideo. Mi nuevo hogar.
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divino vero que bueno y el cartel qeu lindo aloh
jaja, Miluska! El cartel lo pusieron uds! Leti y tu mamá
si!!!! jaja vero viste mi blog
lo ultimo!!!
i know jaja
Aquí estoy yo también regresando de unas vacaciones y de un descanso del blog….Te mando un beso grande
qué bien, Winnie! Espero que las hayas disfrutado! Yo estoy regresando de unas vacaciones un poco largas, jaja. Volviendo a Uruguay- mi país- luego de casi 5 años 😉
Arriba siempre el ánimo. Montevideo es precioso pero sobre todo tus hijos, Miguel y vos misma son muy valiosos. Un abrazo
Gracias, Raquel! Un besote!
Ya regresan? Definitivamente? Nosotros hoy cumplimos 4 años de regresar a Santiago, luego de 3años en Pamplona…..un abrazo!!!
Sí, Pati! Volvimos hace 2 meses, después de 4 años y medio! besote!!